Desde luego, para dos tias zorras como estas dos rubias, cualquier cosa vale para acabar calientes como perras. En esta reunión privada donde las chicas desnudas pasean por doquier, ellas encontraron una original forma de masturbarse. Y es que mientras se libraban del calor en la piscina, los chorros de agua del motor hizo que sus clítoris vibraran y acabaran al borde del orgasmo. Por supuesto, este amigo aprovechó el momento, y se llevo unas increíbles mamadas.
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